miércoles, 24 de agosto de 2011

la vida en una picada.


Tengo una teoría que puede sonarles bastante tonta, pero a medida que fui preguntando por todos lados, y luego de ver a más de un personaje demostrando comportamientos similares, puedo concluir sin miedo a equivocarme que el fiambre que elijas habla mucho de cómo sos. Si así de tonto como les puede sonar, pero las personas que comen Jamón Crudo no son iguales a las que comen Salchichón Primavera. Acá, un pequeño análisis de qué significa cada fiambre.

Cuando vamos a un casamiento por ejemplo, encontramos muchísimas personas que por fuera pueden parecer todas iguales, siempre vamos bien trajeados, o con el mejor vestido, pero la fachada queda hasta ahí cuando aparece por ejemplo, una picada. 

El que pica Jamón Crudo: El que pica Jamón crudo, por lo general sabe que es algo que no se da todos los días, porque en realidad es bastante caro, un gusto que vale la pena sacarse en la noche. Es el mismo tipo que sabe cosas claves, como que la aceituna que elija tiene que estar descarozada porque sacarse el carozo de la boca queda MAL, y que lo otro que parece Jamón Crudo es Bondiola, y lo pronuncia bien, Bondiola, no Mondiola, ni Mongiola. Es el mismo que sabe respetar los tiempos de los eventos, que va bien vestido, que saca su teléfono y por lo general tiene un Blacberry o como mucho un Iphone. Sabe bailar el vals, y nunca pero jamás lo vas a escuchar gritar un “Vivan los Novios!!” Eufórico como si estuviera en una cancha en medio del superclásico. Toma vino, espumantes, y champagne. No, este tipo, tiene clase. Es de los que sabe que las mayonesas no son todas iguales, él elije Mayoliva, o Hellmans edición especial, o Natura. Por otro lado, es también el bien denominado “Cheto”, o “Careta”. Pone cara para todos, si algo le pareció grasa, si alguien tiene olor, o si el de al lado picó la mortadela con queso barra, mientras deja en la esquina de la mesa el carozo de una aceituna. Siempre cree que tiene la razón en cuanto al buen gusto, y por ende, se cree capaz de decirle a la gente cómo y cuando se equivocan. Usa mucho “spanglish” y se encarga de Twittear todo lo que le pasa como si fuera una bitácora de un capitán de su vida.  No hace pogo, no va a un concierto donde se haga pogo, y mucho menos lo vas a ver bailando una cumbia villera y ni hablar de hacer el famoso trencito en el casamiento.

El que pica Mortadela: El de la Mortadela, es un tipo más bien popular, que alude clase media bien marcada, y que la lleva orgullosamente. No le molesta mucho el tema del carozo de la aceituna, aunque si lo disimula lo mejor posible. Le gusta ir a la cancha, su comida favorita es el Asado, y su aderezo de cabecera es el Kétchup, obviamente seguido por la Hellman`s clásica, o RIK en su defecto. El que pica mortadela suele ser piola, buena onda, no repara en detalles y es siempre bien recibido en todos lados. No critica, no pone cara, pero porque vive en su mundo, y no le interesa mucho el resto. El tipo que pica mortadela es el que se prende en el trencito y en el baile carioca, que juega los juegos sin vergüenza y no disimula a la hora de reírse.  Escucha por lo general Rock Nacional, y no tiene muchos intentos de cambiar de estilo, salvo por los Stones, o bandas míticas del estilo, y si de románticos se trata Luis Fonsi, Camila y/o similares están a la orden del día. Hasta acá parece el más socialmente aceptable, el problema, es que así como no tiene problemas en reírse, tampoco tiene problemas de caerle a las piñas a alguien, sin mediar el lugar, ni la hora, ni la gente alrededor ni quién es la persona a la que surten a golpes. Es el que tampoco piensa al momento de tomar, ni frena cuando ve que el chupi de la noche se le está yendo de las manos. Sus tragos son Fernet, Gancia y Cerveza en cantidad. Chamuya, ficha, encara sin problemas, y tal como al que le cae a piñas, intenta levantarse a la que le puso el ojo en una fiesta. Sea quién sea, desde la suegra de la novia, hasta la hermana menor del novio. 

El que pica Salchichón Primavera: Grasa total, tipo sin paladar para nada. No diferencia un jamón cocido de una paleta berreta. El queso para el tipo es siempre el mismo, no distingue los gustos, igual que la mayonesa, siendo Fanacoa lo menos pedorro que puede llegar a comprar. Agarra las aceitunas con carozo sin un palillo y se saca el carozo de la boca mientras te habla. Mira Rial, Tinelli, y todos los programas promovidos por el gobierno nacional. Cancha a full, popularísimo. Su parte favorita del asado es el choripan, le encanta gritar “Vivan lo novio”, así como dice ahí, se prende en los chamamé de algunas fiestas obviamente gritando un fuerte Sapucai en el momento indicado. Le encanta el trencito, y ni hablar de los enganchados de Ricky Maravilla típico de los casamientos. Sus hijos son Wachiturros, y su cantante romántico favorito es Leo Mattioli. Bardea en barra, apura, toma cerveza de la botella, sin hacer distinción de la marca. Si se acaba el salchichón, no tiene problema seguir con lo que quede en la bandeja, porque por lo general es que no comió en todo el día sabiendo que tenía un casamiento. 

De acuerdo o no, estos personajes son característicos, típicos, a veces uno es una mezcla de dos, o por qué no los tres, igual todavía queda fiambre en la tabla para categorizar. La vida, y las personas somos como una buena picada.

sábado, 20 de agosto de 2011

patito rebelde

Hay muchas actitudes de la gente que me parecen de verdad incomprensibles, cada vez que las veo, las escucho o me doy cuenta de ellas no logro comprender qué se les pasa por la cabeza para tener este tipo de reacciones. Reacciones que rozan la estupidez, si un roce se asimila a un choque frontal de dos trenes. Ahí es donde pienso que las mucosidades o flemas si se pueden subir al cerebro y modificar el correcto funcionamiento de nuestras neuronas haciendo difícil la tarea de pensar. Ni hablar, si ya de por sí la persona tiene pocos caramelitos en el frasco. Pero no quiero hablar de personas que tiene los patitos desalineados, nada que ver. Hablo de reacciones, actos fallidos se puede decir? de personas normales, hasta de mi (Ok, poner persona normal y nombrarme a mi mismo en la misma oración no es buena idea, lo admito) Son esos momentos de cortocircuito que nos hacen hacer cosas como estas.

Contar el final de una película en la cola donde estamos por entrar a verla. "Me dijeron que disfrute la película porque al final es muy estúpido como matan al malo, es como el final de LOST, que al final.." EH!? No pensaste que el resto nos gusta eso de entrar a ver una película sin saber el final y que nos sorprenda? No, en ese momento no pesamos. Solo escupimos con bronca un comentario totalmente fuera de lugar. Además, pobre la gente que seguía fielmente LOST, con todas las ganas de saber el final, les aseguro que más de uno en esa fila a esa persona la quisieron asesinar de 400 formas diferentes. 

Decir obviedades. Si las obviedades son obvias, para qué las decimos? para qué lo señalamos? nos falla, decimos cosas como "che, que gorda aquella señora", si todos vemos que es gigante, pero qué tiene? o anticipar de forma canchera obviedades en una película "seguro que se salva y al final terminan juntos", si nabo todos sabemos eso. Qué necesidad? O cuando llega alguien gordito y les dicen “epa! Estamos gorditos eh”, No me digas! Es que no me di cuenta, hace dos años que no me cruzo un espejo. Gente, qué nos pasa? nos sentimos más inteligentes? Novedad, no somos más inteligentes cuando señalamos obviedades. Definitivamente no.

Cuando vamos a un supermercado y creemos que por decir "No lo vi" la cajera nos va a dejar pasar más de 10 unidades en una caja rápdia. A ver, cómo hiciste para NO VERLO? un cartel que vuela en el aire y lo ves de todos lados, el locutor del supermercado que recuerda cada dos minutos que las cajas 1 y 2 son sólo para 10 unidades. O tenemos limitaciones visuales y auditivas terribles o nos creemos unos vivos bárbaros! El garrón, es cuando la cajera no es buena, no es simpática, no te entiende y te manda a otra caja.

Tocar la bocina al auto de enfrente cuando todavía no cambió el semáforo. Si, por lo general el que está adelante pensamos que ó es daltónico y no vio que el color que predió no era verde, o que tenía dudas si su bocina funcionaba. Para qué? lo óptimo sería tocar en todo caso, cuando pasaron dos o tres segundos de puesto el verde y todavía no arrancó el de adelante. Quién sos? Meteoro? Pero anotate en el TC hermano, qué apuras con un bocinazo? lo más gracioso es que después por que te apuren salís mal y se te apaga el auto, y ahora que se jodan todos. 

Entrar a un lugar donde es obvio lo que se hace y preguntar, nosé, entrar a un salón, donde hay heladeras, un cartel gigante que dice "Rotisería PANCHITO", y una lista de precios, uno de esos exibidores de comida y preguntar "Es una rotisería?" No, es una mueblería, pasa que como es horario corrido cocinamos para el personal. O sea, yo entiendo que uno por ahí entre distraído, y son cosas que a todos nos pasan. Pero de que es una taradez, no hay dudas!
  
Preguntar obviedades tales como: Ay, es tu novio/a? No, vamos de la mano porque transmitimos fluidos proteínicos. Por qué va a ser sino?! O como cuando estamos en un evento, y le decimos a un señor parecido a nosotros pero más mayor, "Viejo, no podes..." y alguien con un foquito quemado diga "Es tu hijo?", no Viejo es su cuenta de Twitter y todos le decimos así. Ah, y el parecido físico es porque los dos tenemos una cara re común, siempre nos confunden. Tarado.

Hacer lo que nos acaban de decir que no hagamos. Por ejemplo, entrar en una casa y que nos digan "No apretes ese botón que es el timbre y duermen todos" -RIIIIINGGG!, ay perdón!  Que nos pasa? la parte de NO LO HAGAS es como que se nos perdió, se borró, o directamente lo hacemos de maldad? aunque sinceramente creo que hacerlo de maldad es excusarnos de alguna manera para no sentirnos tán estúpidos. O cuando alzamos un bebé y nos digan "no lo muevas mucho que se marea", dos minutos después tenemos ricota casera encima del pecho, por qué? porque lo movimos, se mareó y lanzó. Lo peor es que hacemos cosas que hasta nos perjudican, no pensamos que nos puede afectar a la salud? o peor, manchar nuestra ropa?! 

Y es que nos pasa, que cada dos por tres, uno de los patitos se nos corre de la fila. El problema es si el patito no vuelve. Ahí estamos complicados.

miércoles, 17 de agosto de 2011

ser o no ser Tímido.


Estoy intentando demostrar con vehemencia que la gente tímida no existe. Mi teoría, es que la timidez es una excusa que usamos para justificar una actitud o reacción que no corresponde. Siempre que alguien no hace lo que tiene que hacer, o no dice lo que tiene que decir, o no reacciona como debería, decimos “no pasa que es tímido”. Basta de justificar estas reacciones, basta de intentar cubrir de una versión berreta de la humildad. Pobre es tímido, que horrible que me suena. A ver, vamos a ver si logramos conseguir defenestrar esta teoría de existe la gente tímida, y que nos dejemos de negar la realidad de las cosas.

El tímido desubicado, es la persona que tiene como carta de presentación a sus amigos, diciendo cosas como “es tímido, pero esperá que agarre confianza”. Qué pasa cuando agarra confianza? Se va al pasto. Derrapa con los comentarios, se acomoda la ropa interior en frente tuyo, se tira pedos, eructa, saca el cuero y se ríe de las desgracias ajenas. Esa persona es tímida? No, es un desubicado desconfiado. Cuando agarra confianza, esa frase ya te anticipa un tipo totalmente fuera de lugar. Es calladito para todo lo que hace, hasta para apestar con un gas un ambiente, pero nadie te lo presenta como un tipo desubicado. Te lo presentan como alguien tímido, onda que vos no te percates del tema, y termines cayendo en el error más grave de todos: darle confianza. Si el tímido desubicado es mujer, al momento de tomar confianza, tiene actitudes completamente aberrantes. Tira comentarios desubicados al hablar, rebaja a los invitados con la mirada, hace comentarios xenofóbicos y poco éticos. Es la típica que cierra una conversación con frases como “pero entonces menos mal que se murió”, “y que se la banque por zorra, perdón, yo se que es tu vieja, pero es la posta”. La mina no tiene filtro para hablar, es una desubicada total. Tímidos? Claro.

El tímido torpe: Este es feo, si ya lo sé, pero es una realidad que no podemos vivir negando. “Sabés que pasa, es que es Tímido, y se pone nervioso” te explican mientras vos esperas que el tarado termine de hacer las cosas. No es tímido, es torpe, no le sale, no terminó la escuela, carece de luces de habilidad. Los vemos en todos lados, los y las, sobre todo cuando vemos por ejemplo una cajera “Tímida”, no te habla, balbucea, no le entendes nada, sabes cuánto te tiene que cobrar porque lo ves en la pantalla, pero después ni te enteras lo que ella te  quiso decir. Agarra tu tarjeta la pasa, chita como un gesto de error, mira para todos lados, nunca te dice que pasa, hasta que viene la supervisora que aparentemente si habla español y te explica que lo que ella te quiere decir es que en cuotas esa tarjeta tiene intereses. Si el Tímido torpe es hombre, seguramente lo vas a ver trabajando como ayudante de, ayudante de mecánico, de carpintero, ayudante de portero. Vos pensaras, para qué tiene un trabajo si según yo es tan inútil? Bueno, simple, los carpinteros, mecánicos, y todo oficio que se respete, necesita de alguien al que le puedan decir “no, ese  no! Déjame a ver que lo traigo yo!” quejándose y revoleando las manos como el Tano Pasman. Nunca te va a responder, porque el chabón es “Tímido”.


El tímido social en realidad no es tímido, pasa que no está en su ambiente o en su entorno y no le interesa crear nuevos contactos ni relaciones con otras personas. Entonces por ejemplo si su círculo es la facultad, el tímido social es un ser normal en la facultad como cualquier persona, habla, se ríe, hace chistes, grita! Se saca fotos, pelea, come en grupo, hasta incluso puede ser el cabecilla de una bandita de amigos; pero si lo pones por ejemplo en una cena de casamiento donde van muchas personas, es capaz de no hablar, no bailar, sentarse solo y hasta preguntarle a alguien de confianza si el salón tiene wi fi para conectarse con el celular. La gente hasta pregunta si el chabón es autista o algo parecido a lo que su familia de forma muy natural contesta “no, es tímido”. Esa persona, no es tímida, nada más no quiere hablarte. El Tímido social además evalúa, a quién y por qué deja entrar a alguien a su grupo de privilegiados a los que les habla. Él o ella seguramente tienen pre conceptos de vos, porque te observan, te miran, revisan cómo y cuándo decís las cosas, la forma en que lo haces, todo para ver  si estas apto para ocupar un lugar en la secta que mantiene con el resto de sus amigos los Tímidos.

El Tímido Anti Social: Es directamente el que no quiere, no le importa, ni le interesa hablarte. No es que sea Tímido, esa es la forma en la que los calificamos para hacerlos ser parte de la sociedad, cosa que a ellos/as poco les interesa porque la verdad que no quieren ser parte de la sociedad. Son gente que camina sola, que si te ve por la calle se cruza, nunca te ve, nunca anda a la moda, nunca tiene celular y no sabes cómo hace para seguir sin Facebook después de tanto tiempo. 

El Tímido Nervioso: Es como la chica adolescente que balbucea y se pone roja frente al chico que le gusta, típico de una novela de Cris Morena, me siguen? Bueno, tal cual. El Tímido nervioso es ese que no saluda, te mira se sonroja y sigue, no habla porque balbucea y cuando lo hace mira a otro lado como para asegurarte que no le entendes un pomo lo que te dice. Como cuando una señora con treinta y todos no te quiere decir cuántos años tiene, pero tira una respuesta inaudible como para que no digan que oculta su edad. Cuando le preguntas algo al tímido nervioso, tiembla, se sonroja y si logra hilar dos palabras te contesta, sino simplemente se da vuelta como si no hubieras dicho nada  y se va. Ustedes piensan que este si es Tímido y que yo me equivoqué no? Mentira. Esta persona tiene gravísimos problemas sociales, retardo mental y dificultad motriz en la zona de la cara, pero no, no es Tímido.

jueves, 11 de agosto de 2011

Intolerante!


El o la intolerante, no importa. Las personas que, de alguna manera se puede decir que sufren la intolerancia, tienen ciertas características especiales, que vale la pena tener en cuenta y entender. 

Primero, no creo que se sufra, a menos que esté rodeada de emos o algún otro tipo de rareza social con alguna anomalía estructural mental importante que lleve a darles relevancia a los intolerantes. Los intolerantes no sufren, primero porque el fusible que manipula los sentimientos y las emociones se quemó, o hace corto. El intolerante no tiene filtro, solamente se contiene. No tolera y literalmente lo escupe. 

Si el intolerante se encuentra en un lugar de confianza o por el contrario, en un lugar donde no conoce absolutamente a nadie o incluso solo, su berrinche puede superar la medida sana de decibeles y sonar a un escandalete y enojo poco importante. 

Fuera de un berrinche habitual, el intolerante siempre, absolutamente siempre tiene un fundamento o una posición aceptable que justifique su enojo y/o molestia. Si lo atienen mal, es porque la persona que lo hace no tiene ganas de vivir, no sabe separar el trabajo de sus problemas hogareños, o simplemente es una frustrada de la vida cuyo único objetivo y entretención es complicarnos la nuestra. Acérrimo justiciero, el libro de quejas es el lugar preferido para escribir. Nunca va a tolerar cosas como un cambio mal dado, que le deban 10 centavos, o que le cobren un precio diferente al que le dijeron al principio. 

Por ejemplo, si tiene la desgracia el intolerante de cruzarse en su camino con un conductor torpe o lento provocando que retrase su valioso tiempo, el intolerante comienza a dar una serie de explicaciones por la cual el otro no puede mantener una velocidad prudente. No sabe manejar, (entonces que no maneje, porque sale justo a esta hora?), no tiene idea de cómo calcular las distancias, no sabe las reglas de tránsito y pobre del que alguna vez intentó tocarle la bocina al intolerante en un semáforo. El otro es siempre el apurado, estresado que no sabe medir sus reacciones. 

El intolerante no discrimina, solamente resalta las diferencias. Lo que pasa, es que el intolerante no resiste hacer un comentario digno de un ataque de la comisión directiva del INADI cada vez que ve algo que le parece desubicado. Desde gustos musicales hasta modismos lingüísticos, el intolerante es una especie de regulador de la moral y buen gusto. Corrige errores, marca tendencias, dice lo que se usa y cómo se usa, y obviamente siempre que algo te encuadre en un grupo social disminuido o tribu urbana te lo va a decir.
El intolerante no es que no te banca, es que no le cuadras. El no piensa que seas  lento, espera que te avives y lo hagas como corresponde o lo dejes que lo hace él, seguramente más rápido y bien. El intolerante no es que sea antipático, está apurado, y su tiempo vale. No te quiere escuchar decir la cosas que no te salieron o te cuestan, no sele ser un buen consejero. Simplemente da instrucciones de cómo hay que hacer las cosas, de ahí en más la responsabilidad es del otro.

No le vengas con cambios al intolerante, nunca entiende para qué son, salvo que los proponga el mismo. Las cosas si funcionan, están bien, y si no funcionan, te lo va a recordar absolutamente todos los días de tu vida. 
Al intolerante le embola el chusmerio, el puterío barato, las novelas centro americanas y los nenes. El intolerante no es irónico, se sensibiliza con el otro. No hay nada más motivador para un intolerante ver que alguien los escucha. Suelen dar discursos cortos y contundentes, en descripciones breves que siempre ridiculizan o causan la culpa del otro, el que causó la molestia, utilizando siempre dos tres palabras poco comunes, como para que sepas que el tipo tiene mundo, y dos o tres malas palabras, como para atontar las cosas y que el otro las pueda entender. Siempre hablan rápido, y terminan sus frases con una mirada amenazadora, o con un "no te digo yo!"

Dos intolerantes juntos, son peores que las viejas chusmas del barrio. Si uno viene de tener un desencuentro con la vida, el otro, obviamente siempre le va a encontrar la razón y a apoyar cada una de las teorías que concluyen en que el resto son todos unos completo incompetentes. El intolerante nunca tiene la culpa, es el resto el que choca con él.

El intolerante no tiene memoria, no se acuerda que fue niño, que fue adolescente, ni piensa que va a ser viejo alguna vez. Le molestan las pocas luces de los adolescentes, y como no entienden nada de nada. Cuando son felices porque hacen ruido y son unos descontrolados, cuando están tristes porque siendo tan jóvenes no sabes porque cuernos se deprimen. Cuando se enamoran, porque en realidad son unos pavos bárbaros que todavía no enfrentaron la vida y se hacen los noviecitos, y si están despechados o sufren por amor, no se bancan el estado depresivo compulsivo de los mismos por algo tan efímero y tonto como un amor adolescente. A los jubilados no se los bancan, para el intolerante debería haber calles, veredas, supermercados, cajeros automáticos e incluso autos para los jubilados, para que ellos tengan una vida más cómoda? No! para que no se metan en el medio y los atrasen! No es de malos, se trata de la practicidad de la vida. Como dije, tampoco se bancan a los bebes, y menos a los nenes. Si preguntan mucho, porque lo hacen y les molesta contestar obviedades a cada rato, si el nene babea, o se hace caca o vomita, porque mancha y encima tiene la particularidad de que siente que los olores se le pegan. Existe sin embargo, una salvedad: el adolescente tiene que ser su hijo, el jubilado su abuelo o su viejo, y el bebé el propio para que la tolerancia surja.
No todo es malo para un intolerante, como dije, el tipo intolerante suele ser muchísimo más feliz que el resto de los mortales. No es de los que se bancan la piedrita en la zapatilla hasta llegar a casa, se la sacan estén donde estén. Nunca se van a quedar con algo en la boca, lo escribirán, lo publicarán en Facebook, lo Twittearán, pero jamás van a dejar que ese pensamiento digno de un reclamo muera en su mente sin que alguien lo lea o lo escuche. 

Habilidad de abogado o dirigente piquetero, el intolerante a parte de no bancarse las obviedades del sistema y las redundancias, tampoco se banca la mediocridad y ni la desprolijidad al momento de hacer las cosas. No soporta los errores ortográficos, ni se banca a la gente que habla mal, la que no pronuncia las eses y al que le sobran, el que no acentúa bien las palabras, y ni hablar del que directamente nunca conoció las reglas de puntuación. Corrige, modela y acomoda. El intolerante jamás va a dejar en pié algo que está mal hecho, mal formulado o mal planteado. No de buena persona, simplemente le rompe la paciencia que las cosas estén chuecas, mal puestas, o que no se hagan como se suponen que tiene que hacerse. Si por ejemplo su lugar de trabajo hay un cuadro torcido, todas, pero todas las mañanas lo va a recordar.  

Pobres, pero con clase, cholulos jamás! nunca los vas a ver mirando Rial o Infama, ni ningún programa del estilo de Showmatch. Nunca van a usar zapatillas deportivas, ni mucho menos que menos escuchar música en la calle con un celular. Aunque no pueda decirlo en voz alta, el intolerante tiene varios métodos silenciosos de presentar su disconformidad, revolear los ojos, torcer la nariz o la boca o ningunear a la otra persona, para que quede claro, no te banca y sos increíblemente incompetente.

Fuera de eso, el intolerante suele ser simpático, divertido, perspicaz, buena gente, amigable y totalmente llevadero, y si no te lo bancas como es, problema tuyo, nadie te invitó ni te pidió que  lo hicieras, menos, que te tomes el tiempo de leer este blog.

viernes, 5 de agosto de 2011

Adolescentonto Crónico

Soy un tipo de muy poca paciencia en la mayoría de los casos, y hay muchas cosas que no me banco. Algo que últimamente empecé a pensar sobre la cotidianidad de la vida es las crisis de adolescentes. Es que no me las banco, sinceramente, la forma trágica con la que toman temas poco trascendentales para la vida, y en contraposición, la liviandad para temas de verdad importantes son cosas que me sacan de quicio. Sí, yo fui adolescente, y gracias a Dios se me pasó, pero frente a la tendencia mundial de aumento de la vigencia en la adolescencia, me siento obligado a escribir sobre ciertas cosas que te hacen seguir siendo un adolescente las cuales querido amigo de más de 20 años, ya es hora que dejes de hacer. 

Caer en un pozo depresivo cuando termina una relación de noviazgo: No hay nada más ridículo que un adolescente despechado, o aún peor "enamorado", si es entre comillas. Pero aún peor, son personas grandes con intentos de noviazgo poco serios los cuales generan un vínculo adictivo/posesivo en el cual él o ella tienen una tendencia maliciosa y vil de mantener el control de la otra persona (conocido en el lunfardo callejero como llevar la correa). Obviamente, con el tiempo, este tipo de relaciones deja de funcionar (en la mayoría de los casos de gente normal con vidas normales) y la persona cae en un pozo depresivo expuesto. Entiéndanme, no se trata de el luto habitual de una persona que termina una relación seria y larga con un aparente futuro; el Adolescentonto Crónico tiene una tendencia especial de exteriorizar desde su despecho hasta sus intentos de suicidio por la pobre chica que se avivó y lo dejó. Lo publica en Facebook, cosa que todos los que no lo vemos también nos enteremos de lo que pasó, lo Twittea deprimido desde su cama, le manda mensajes a ella de texto con un especial degradé del amor al odio en sólo10 mensajes. Si el mundo se te derrumba porque tu novia dejó de interesarse en vos, en tus ganas de salir de joda con tus púberes amiguitos, de tus gastos desmedidos en videojuegos y camisetas de fútbol, y la falta de vida social saludable, en vez ahogar tu depresión en un intento de suicidio berreta por coma alcohólico, mejor fijate que ya se dio cuenta que sos un ADOLESCENTONTO CRÓNICO.

Hacerse el vivo con las responsabilidades: Habilidad que si hay que destacar de este espécimen de pseudo humano, o persona en proyecto en su etapa evolutiva básica, es la de eludir responsabilidades. Nunca quieren ir a la escuela, nunca quieren hacer la tarea, nunca quieren limpiar, ni ordenar ni nada relacionado con la casa. Entendible, o en todo caso tolerable de de chicos entre 13 y 16 años. El problema pasa cuando nuestro querido hijito ya tiene largos 25 años, tiene un trabajo estable pero sigue viviendo bajo el techo de mamá y papá y para colmo no es capaz siquiera de hacer su cama. No saca la basura, no cocina pero no solo por poco colaborativo, sino que además no sabe y nunca se calentó por aprender. Su cuarto es un antro de la perdición y el ocio, totalmente desordenado del cual te da miedo entrar y no poder salir, y ni hablar cuando algo de ropa no llegó al canasto de la ropa sucia y se perdió en la selva del desorden que es esa habitación totalmente inhabitable. La peor parte es cuando este pobre joven emocionalmente descoordinado, intenta afrontar la vida solo y se da cuenta de que las únicas cosas que puede hacer sin ayuda de nadie son bañarse y caminar (no, vestirse en la mayoría de los casos no). Lo esencial mi querido lector, si ya hoy estas asumiendo que tu adolescencia se pasó de fecha de vencimiento, es comenzar por interesante en las cosas de la casa. Desde el vamos, el pinoluz es Perfume, no desinfecta, para eso está la lavandina.

Creerse invencible: Desde alocadas maratones de días sin dormir, hasta borracheras escandalosas, los adolescentes creen que pueden afrontar la vida como si tuvieran un traje invisible de Iron Man encima. A ver, desde el vamos,  dormir poco aporta fichas a enfermedades cardiovasculares (aclaro papa fritas, enfermedades del corazón), golpear incansablemente nuestro hígado con ingestas de alcohol descontroladas tampoco es la mejor idea. Si ya arrancamos con estas malas costumbres teniendo 15 o 17 años, seguramente cuando tengas 23/24 no vas a poder comer ni una porción de flan mixto sin tener repercusiones dolorosas al día siguiente. De nuevo, un adolescentonto crónico resulta muchísimo más molesto y desagradable ante estas actitudes. La forma descarada con la que intenta demostrar su capacidad, velocidad y fuerza es incluso hasta ridícula. La mayoría nunca va admitir lo MAL que lo pasó la última vez que afrontó una resaca y como le costó recuperarse de las saliditas del viernes, sábado y domingo. Ellos comen y dicen no engordar, aunque la estampa de su remera grite lo contrario. Los golpes nunca duelen y siempre "se la bancan", si se la bancan hasta que cierran la puerta de su cuarto y lloran de dolor agarrándose el brazo.  Ya sé que no es muy alentador el tema, pero ya es momento de empezar a pensar en que si no queremos ser un saco de carne y hueso en retiro en un hogar de día donde tienen que llevarnos de acá para allá, comencemos con una dieta saludable y algo de ejercicio controlado. Y no tarambano, no está bueno que te cargue el enfermero del acilo, menos que te cambie los pañales.

Hablar TEEN: De verdad que los adolescentes poseen una particularidad especial para hablar y renovar palabras en un amplio diccionario de forma que la mayoría de los mortales no podamos entender de qué cuerno están hablando. Ahora no sé si por aburrimiento vocal, o simplemente para romper la paciencia, es una constante que ellos tengan las palabras nuevas al día, cosa que uno va perdiendo de práctica con el tiempo en la mayoría de los casos. Si estás leyendo esto y te das cuenta que usas la palabra "Wachiturro" en más de una oración consecutiva, estás atrapado y hablas como un Adolescentonto Crónico. Los tipos grandes, 24 a 25 en casos generosos (Hay de más de 30 años, doy fe), tienen esta tendencia 100% arraigada. Siempre hablan a la moda teen, tienen vocablos y términos poco inteligentes, y si los miras con cara de "no te entendí" sos vos el que está fuera de la onda. La joda, es que los que no coordinan con la onda son ellos, porque a ver, exceptuando casos aislados, no hay nada peor que ver un adolescentonto en una matiné intentando levantarse una minita que bien podría hasta ser su hija, usando ropa "de moda" y "chamuyando" usando las 1000 maneras de Cumbio para levantar minas. Ah Cumbio no va más? claro! lo que pasa es que vos no te diste cuenta porque tu cerebro exige que MADURES. Van con un retardo, entonces al momento de querer "encajar" están siempre dos pasos atrás que los chicos, y 20 atrás de sus compañeros con los que terminaron el secundario. Ni siquiera mencionemos las veces que al momento de escribir, reemplazan sin pudor alguno la Q por la K, o la maldita costumbre de usar diminutivos en todos los nombres de las chicas, ni mucho menos de combinar su nombre con las palabras xenezie, bostero, gallina, CARP, HOT, De, y cuanta paparruchada más en sus perfiles de Facebook.

Que quede claro, no está mal si todas estas cosas te pasan entre los 13 y los 18/20 si somos tolerables con el tema. Pero si ya  superaste esa barrera, es momento que dejes la Adolescencia Crónica, y sufras como el resto de los mortales la extensa y viable juventud moderna.