martes, 7 de febrero de 2012

Presunsores

Hay  seres detestables en todo el mundo. Los hay de diversas formas, y según nuestros gustos y conductas, vamos a detectar mayor o menor cantidad de seres molestos. Pero sobre todo personas. Molesto puede ser un perro, por ejemplo, esos caniches chiquitos y feos que no saben más que ladrar de modo estridente. Pero más molesto que ese perro es su dueña, ella, que no lo calla, no lo saca y le habla como si fuera un bebito medio lelo.

Las personas pueden ser realmente molestas. Pero hay un grupo en especial: Los presunsores. Ellos son como gurúes de la vida, viven de supuestos y prevén absolutamente todas las situaciones. Ellos se creen analíticos, profundos, adelantados, pero la verdad es que son unos verdaderos papanatas con la boca grande.

Los presunsores son tipos cancheros, agrandados, que hablan fuerte y señalan obviedades. Este tipo de personas nunca está a la moda, siempre se viste raro, pero no le importa a ellos “los mercados no los pueden” o “están un paso addelante de la moda”. Siempre están preparados presuponiendo cosas, desarrollando posibles desenlaces ante cualquier situación. Si consiguen un laburo nuevo, presumen cuanto pueden llegar a cobrar, cuentas las horas extra (incluso sin saber a cuánto le pagan cada hora extra) y hacer cuentas, sumar, restar, dividir y ver si les alcanza para pagar las vacas en Bialet Massé en el verano del 2015.

Estos tipos presumen además de las actitudes de los otros. Ellos son expertos en analizar psicológicamente las actitudes, detectan tus actos fallidos y los analizan buscando posibles explicaciones. Obviamente, ninguno de estos tarambanos, en su mayoría, terminó el secundario. Mucho menos esperen que sean potenciales psicólogos.

Si tenés la fatídica idea de ir un día al cine la mala suerte de  sentarte justo al lado de una de estas personas, durante toda la película vas a escuchar frases que empiezan con “te apuesto” y terminan con “qué te dije!?”. Aman señalar obviedades! Ellos podrían ser los mejores guionistas y nadie entiende como Geroge Lucas no los vino a buscar así nos dejan de romper las pelotas.

Cuando conoces a uno por primera vez lo que hace es relojearte de arriba abajo, cual “Exterminator”, para escanear cada detalle de tu vida. Te califican: Emo, Fiestero, Bala, Normal. Analizan las posibles motivaciones que puedas llegar a tener para vestirte de esa manera y “deducen” cómo deberían tratarte. Entonces si, según su análisis el resultado fue: Infantil, ellos te van a empezar a hablar como nene de 5 años. Si en cambio terminan presumiendo que sos un Emo, te van a escuchar, poner cara de “te entiendo”, y te van a pasar su número de tu terapeuta despidiéndose con un fuerte abrazo y diciéndote lo hermosa que es la vida.
   
Ellos creen que todo listo, el sartén por el mango, la vida comprada, y que nada los va a sorprender. Agradecidamente, las cosas la mayor parte de las veces les sale como el orto, pero ellos nunca se dan por aludidos.