viernes, 24 de agosto de 2012

El gordo en el gym

Charlemos un poquito de la gente en el gym. Si, la gente va al gym por distintas motivaciones pero a todas las podemos englobar en dos grandes grupos: faltantes o sobrantes. Algo nos falta, por eso vamos al gym, o algo nos sobra, por eso vamos. 

Estan los petizos, que les falta altura, por eso van. Quieren compensar con músculos los 20 centímetros de altura que les falta para ser "promedio".

Estan los flacos, que les falta relleno para sus remeras y pantalones. Ellos quieren dejar de aclarar que no son ni raquíticos, ni están recuperándose de ningún cáncer.

Están las sin culo que les falta... bueno. 

Pero de los que le sobran hay una sólo tipo de persona: los gordos.

El gordo en el gym es todo un campeón. La cantidad innumerable de prejuicios que tuvo que superar este pobre hombre/mujer para ir de joggin a un lugar lleno de gente a temblar por cada abdominal y chivar hasta bordear la muerte  es simplemente admirable. Creo que después de eso no hay nada que ellos no puedan hacer. Porque si, el gordo en el gym DEBE temblar, chivar, hiperventilarse, acalambrarse e irse saltando los escalones por no poder doblar las piernas.  Ese gordo que va al gym es el respetable. 

Hay alguno que no merezca mi respeto? Claramente.

El gordo que va al gym para sacarse la culpa. Se sube a la cinta media hora a caminar como si estuviera sacando a pasear al perro. Hace DIEZ y no mas de diez abdominales y contando   a veces más de un numero junto. Se sienta en la bicicleta, la pone en ultra liviano y revolea las patas durante 9 minutos 55 segundos mientras lee el diario. Chivar? para nada, no se les cae una sola gota señores! Y para coronar su molesta presencia en el gimnasio ellos siempre tienen un EQUIPO de gimnasia con zapatillas deportivas haciendo juego y una suave y SECA toalla de mano. Ellos no van al gym, van a una pasarela a hacer pasear su atuendo deportivo. 

Ir al gym tiene sus pro y sus contras. La contra de muchos, puede ser que justo vayan al mismo que yo voy. 

sábado, 7 de julio de 2012

#SoyMiVieja


Mi vieja siempre fue una mujer que se encargó de criarnos “independientes”. Ella siempre que nos enseñaba algo como hacer la cama, limpiar, o cocinar nos decía “Ahora cuando tengas que hacerlo vos, ya sabes cómo se hace”. Y así con absolutamente todas las cosas.

Hoy viviendo solo agradezco lo que hizo. Lo que no entendí nunca fue el por qué yo percibí correctamente todo o que ella me decía pero mi hermano, con quién vivo, parece no haberlo hecho de la misma forma. No señores, él sigue creyendo en su subconsciente más inconsciente que sigue viviendo con mi vieja. Que el que cocina, limpia, cuelga la ropa, lava los platos, le saca los turnos, etc es MI VIEJA.

En parte yo también tengo la culpa. Hay cosas en las que hago EXACTAMENTE lo mismo que ella haría, reclamo como lo haría ella, resoplo y me quejo cuando nadie hace las cosas tal y como si ella viviera en casa. Lo único que no hago como ella es cocinar, porque ella no cocina, pero eso es para otro tema.

Mi vieja siempre me enseñó que la cama para hacerla bien, hay que desarmarla toda. Si estiras las sábanas solamente no quedan bien, hay que DESARMARLA. Desarmarla, sacudir las sábanas, dar vuelta el colchón, sacudir el colchón a sabanazos, estirar las sábanas, golpear las almohadas y dejar todo prolijamente armado.  #SoyMiVieja

Sin lavandina no se limpia, y el Pinoluz no desinfecta. Cosas que me enseñó o me quedaron de mi vieja.  Cada vez que limpio es la misma pelea, que para qué uso lavandina, si ya tiene desinfectante, que el Lisonform tiene mejor perfume y toda la mar en coche. No, no y no. Para mi todo eso es Marketing puro. Se barre bien, se repasa la escoba, se pone un trapo de piso con agua CALIENTE, una parte de lavandina (Ayudín), dos  parte de desodorante para piso. Eso limpia, el resto es como no bañarse y echarse desodorante para “safar”.  #SoyMiVieja

A los platos HAY que lavarlos, y con agua caliente. Nada de usar esos jabones berretas que con “agua fría limpian igual” nada se limpia con agua fría, no jodamos. Eso de dejar la pila de platos de un día para otros me trauma y no me deja dormir. Incluso mi vieja hizo tan bien su trabajo en esta parte, que cuando ella no los quería lavar, se iba a dormir la siesta diciendo “ay, los lavo después” dejándome a mi expuesto a semejante pila de mugre. Claramente, cuando ella se levantaba, esos platos estaban limpios y en su lugar. Lavar los platos, sin el fanatismo de tener que secarlos, así si #SoyMiVieja

Lavar la ropa, colgarla, plancharla, guardarla. Pero no lavarla así nomás, separarla en tonalidades, lavar con agua caliente o fría dependiendo la prenda, tener el cuidado de no dejarlo en el lava  ropa más de medio día. Colgarla extendida, PLANCHARLA. No soporto la ropa sin planchar, siempre vi a mi vieja acabar con pilas y pilas de ropa. Enseñare con mucha paciencia como se plancha rápido y fácil una remera, se ve que a ella tampoco le gustaba, pero  como anteriormente, se encargó de traumarme con este detalle de la vida. No importa que se arrugue ni bien me la pongo, no importa que sea una remera que NADIE va a ver, no importa que no se note. La ropa SE PLANCHA, y en una mesa de planchar donde es más práctico, nunca la vi a ella hacerlo en una mesa que no fuera específicamente para ese fin. Yo no pienso ser menos #SoyMiVieja

En conclusión, no se si es culpa de mi hermano por hacer las cosas diferente, o el trabajo groso que se mandó mi vieja en mi psiquis, pero definitivamente mientras más pasan los años me doy más cuenta que para las tareas de la casa #SoyMiVieja.
  

domingo, 13 de mayo de 2012

Cosa de GORDOS

Me inspiré mucho en Twitter sobre SER o ESTAR gordo. Son cosas muy diferentes, y quiero pasar a diferenciarlas. Para muchos no hay tal diferencia entre SER o ESTAR gordo, pero una vez que lean esta nota van a pasar a diferenciarlos de una forma muy rápida. 


Para empezar, el que ESTÁ gordo, no lo fue toda su vida. No. Tuvo un momento de su existencia donde era normal, común, hasta FLACO. Algo pasó en el medio, un movimiento cósmico o algún terremoto en Japón; que hizo que empezara a engordar desmedidamente.


Diferente es el que  ES gordo, porque SIEMPRE lo fué. No recuerda un pasaje de su vida, no hay foto, ni recuerdo en el cual esta persona no aparezca con su abundante cara a llamar la atención. Y eso es lo que ayuda a marcar la principal diferencia.


El que ES gordo, es un gordo FELIZ. 


Si, porque el gordo feliz no le molesta ser gordo. Siempre fue gordo, y a pesar de todo sigue con vida. Nunca se murió, ni tuvo intentos de suicidio, ni fue victima de Bullying, ni nada similar. El tipo nació gordo, creció gordo y vive GORDO. 


En cambio, el que ESTÁ gordo no puede casi nunca decir que está feliz. Está gordo, y no lo entiende. Se deprime, mira fotos viejas donde estaba flaco, y era CANCHERO. Algunos hasta tienen fotos de esa época en sus perfiles de Facebook. Se esconde, como si le faltaran dientes, y siempre se ofrece para sacar las fotos porque no quiere aparecer en UNA! Están victimizándose todo el tiempo. Su vida es un asco.


El que ESTÁ gordo, no se cuida, no se afeita, compra ropa en tiendas coreanas o ferias como la salada. Anda siempre de joging, buzo, y zapatillas deportivas. No porque quiera simular que va a intentar hacer deporte, es porque era lo que le quedaba. En su mayoría es gente que simula superación, y sigue engullendo toneladas de Mc Combos y Coca Cola. 


En cambio el que ES gordo, se cuida, se afeita, se arregla, se PERFUMA. El tipo va y te pide un jean de última moda en talle 58 sin pestañear. Remeritas escote en V? CLARAMENTE, Y en colores pastel talle XXL. El tipo no tiene problema! Te sonríe para la foto, se ríe. Está siempre arreglado, es ganador, es más que un GORDO BUENO. Es un GORDO CAMPEÓN.


El que ESTÁ gordo no se siente cómodo con la situación, pero tampoco intenta cambiarla. Le da vergüenza ir al gym, o a la nutricionista. Se adapta a su gordura de una forma tal que es un detalle que ya no le importa,  aunque tenga que vestirse como un linyera toda su vida. 


El que ES gordo, lo intenta, pero no baja. Aunque le importa muy poco, trata de llevar una vida saludable, va al gym, a la nutricionista, está en DIETA CLUB, y tuittea recetas de comida china o le da #MeGusta a las páginas de VEGANOS. 


No se si me vienen entendiendo, pero cuestión de como uno enfrente la situación. Yo ESTOY gordo, pero no lo soy, aunque vivo como si lo fuera. 

martes, 24 de abril de 2012

parásitos del face.


Hablemos un poco de lo ilusa que se ha  convertido la gente con Facebook. Porque yo tengo, no digo que sea “MALO” (En realidad lo odio, pero eso es para otra charla), pero hay gente que de verdad perdió la noción de la realidad desde que ingresó a la red social creada por el NABO de Zuckerberg. A saber:

Los que creen que las imágenes y/o frases van a cambiar el mundo:

“Comparte esta imagen si estas en contra de el maltrato infantil/contra la mujer/contra los perros” y ahí están 13.2343 boludos que compartieron la imagen dando una dosis de tranquilidad a su conciencia. Ellos piensan que gracias a eso salvaron a un perro/niño/mujer golpeada y que pueden tacharlo de la lista de cosas que hay que hacer antes de morir, justo entre escribir un libro y plantar un árbol.  Si vos sos uno de ellos, no quiero des ilusionarte pero, la justicia no va a iniciar investigaciones debido a la gran cantidad de imágenes compartidas en Facebook. Un padre/esposo/dueño golpeador no se va a sentir tocado porque le compartieron la imagen más de 80 veces en su muro y más que seguro los índices de este tipo de hechos violentos no disminuyó desde que se pueden “compartir imágenes” en sus BIOGRAFÍAS.

Los que creen que compartir sus situaciones emocionales o sentimentales ayuda y/o importa:

<<Fulanito pasó de estar “en una relación” a “estar soltero”>> acto seguido la catarata de salames que empiezan a preguntar “AY NEGRI!! QUÉ PASÓ??” Claramente cortaron (O él/ella murió y no vieron la opción *viudo/a). Pero no solo se queda ahí, sino que el/la nabo/a respnde cosas como “TODO MAL!!” ó “YA SE VEÍA VENIR, LAS COSAS NO ESTABAN BIEN” Eh!? De verdad no queremos ver como su degradada relación se  expone a cientos de personas y a través de miles de kilómetros gracias a la WEB. Para eso existen programas como Intrusos/Infama/lamierdaquesea donde hablan de gente más sexy o con más plata que cualquiera de los amigos que puedas tener en Facebook. Bueno, con más plata, seguro! Podemos sumar a esta categoría de personas las “despechadas sin novio” que postean cosas como <<TODOS SON IGUALES, NIGNUNO SE MERCE MI AMOR>>, o las desesperadas que publican en IMÁGENES cosas como <<ESTE CORAZÓN TE ESTÁ ESPERANDO>> mostrando un grado de desesperación que alarmaría a cualquier psicólogo. A ver si lo dejamos en claro: Comentar cuál es tu situación emocional/sentimental no hace más que informar sobre la misma. Que nos cuentes a TODOS qué fue lo que te pasó y con quién, solo nos ayuda a reírnos de forma vil y cruel de lo tonto/a que podés llegar a ser, o peor, confirmar que efectivamente, te estaban gorreando.

Los que escriben verdaderas bitácoras de vida:

Creo que estas personas de verdad deberían expulsarlas de Internet. Son esos, que vos y yo detestamos, los que te dicen desde un simple y común “buen día” hasta si se levantaron con fiaca, están con fiebre, no quieren ir a trabajar, odian a su jefe, desayunan mate cocido con leche y guardaron un yogurt para la colación de media tarde para llevar adelante la dieta de 500 calorías que le recetó la nutricionista. Está bien “saludar” a la gente del Facebook, (No sé hasta dónde en realidad), pero de verdad ¿Es necesario comentar cada movimiento del día en sus BIOGRAFÍAS? ¿Nos importa a todos nosotros si toman mate con su vieja/hermano/compañero de trabajo/extraño en el bondi? ¿Vale la pena conectarse a la RED DE REDES para contar la cantidad de veces que fueron al baño, salieron a correr, comieron, o se fueron a dormir la siesta? Sumale a que son gente que además tienen cámaras digitales que suben álbumes enteros de la huevada que hayan hecho en un día cualquiera. No hablo de gente que pega gira europea y sube fotos de lugares exóticos, sino de álbumes con títulos como “TARDE EN LA PLAZA CON ELLOS (CORAZON)”, “DÍA DE CLASE CON LOS MEJORES”, “SALIDA AL SUPER CON MI VIEJA” y así completen los nombres con cualquier tipo de actividad insípida y común, o PEOR con la letra de una canción. Está más que claro, que a ninguno de nosotros nos importa TANTO la vida del otro como para que se gasten en publicar absolutamente TODO lo que pasan en sus vidas, como si algún día alguien vaya a descargar su BIOGRAFÍA, imprimirla, y hacerse millonario vendiendo la expresión LITERAL de ellas ¡Dejen algo a la imaginación por favor!

Para finalizar, es más que claro que uno puede usar alegremente Facebook sin quedar como un salame con categoría. Para escribir sandeces con altura, existe Twitter. 

sábado, 21 de abril de 2012

Vendedoras del Coreano


Envidio de las mujeres la versatilidad en su ropa. No entiendo cómo viven quejándose y diciendo siempre  “no tengo que ponerme” cuando tienen un placar que está por sufrir una embolia de tela. Igual no es eso de lo que quiero hablar. En mis múltiples salidas a comprar con amigas, eh observado estos locales de ropa coreana. Llámese como se llame, son todos locales bordeados con mostradores de vidrio, con colgadores para ropa, paredes llenas de ropa doblada, y dentro del salón muchos pasillos hechos de más colgadores de ropa. Sí, yo se que saben de qué hablo. No es lo interesante eso, ni la ropa, sino la gente que atiende en estos locales. Las chicas de los locales coreanos, tienen todas ciertas particularidades que vamos a intentar descifrar. Bueno, así como descifrar no, pero si vamos a describirlas.

Su clase social: Baja negativo (-). No hablo de la cantidad de ingresos que tenga, ni de que haya crecido pobre en un “barrio humilde”, soy de los que piensan que eso no tiene nada que ver con la clase. Son chicas que usan artículos ante los sinónimos onda “el calor”, o usan palabras como “dentrar”. No conocen para nada los signos de puntuación, cuándo va con S y cuándo con C y mucho menos la extensión de los puntos suspensivos. Claramente ninguna terminó el secundario, en su mayoría, y si lo hizo se ve que mucha bola no le da al tema del lenguaje. Escuchan cumbia y reggeton, y su cantante romántico favorito es, sin lugar a dudas, Leo Mattioli.

Su forma de vestir: Usan jean elastizado color azul berreta desgastado, con estampas y brillos (como los que venden ahí, obvio). Camperitas blancas ajustadas, o negras en su defecto, pero en ambos casos con ayuda del Jean “elastizado” y estas camperas, podemos ver sus flotadores que han ido creciendo gracias a las tardes de mates y bizcochos en el trabajo. Remeras estampadas con strass, o brillos o ambas cosas, lo importante es que todo lo que usen tenga una ESTAMPA. Sus celulares suelen tener stickers de toda clase, y obviamente brillos y estampas. Todo decorado con unas topper con abrojo, ó converse o pony de colores estridentes.

Su vida social: Ellas son chicas socialmente activas. Sino tienen hijos, tienen “ahijados”, y casi siempre la madrina de su hijo/a es su “comadre”, o ellas son la “comadre” de otra que las hizo la madrina de uno de sus críos y así hasta la eternidad. Sus cuentas de Facebook están abarrotadas de fotos de fiestas caseras donde salen con muchos ciudadanos de procedencia dudosa, tomando cosas que usted ni yo tomaríamos de una botella cortada a la mitad. Sus estados suelen contar absolutamente todo lo que pasa en sus vidas, las veces que va al baño, las veces que corta y se arregla con su novio, o si tuvo la oportunidad de tener relaciones el día anterior.  PEOR es el día que obtienen un Smartphone y actualizan su Facebook donde quiera que se encuentre. Usan emoticones, efectos, y viven posteando frases e imágenes que intenten demostrar su estado emocional, casi siempre DEPLORABLE.

Que tiene que ver todo esto con que ellas trabajen en una tienda de ropa coreana? No estoy seguro, pero ahora que lo ve, seguramente va a pensarlo dos veces antes de dejar que una de estas “vendedoras” la “asesore” al momento de elegir su ropa.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Guardias de seguridad

A lo largo de mi joven vida, he tenido gran cantidad de trabajos. Trabajo desde muy chico, y siempre me las rebusqué para tener mis propios morlacos y gastarlos de la forma que me de la gana. He hecho de todo, vendedor, acomodador, cadete, repartidor, mozo, cajero de supermercado; pero definitivamente el trabajo que más detesté en mi vida fue haber sido guardia de seguridad. 


No conozco a nadie que orgullosamente te diga "Soy guardia de seguridad de X lugar". Ojo, no confundamos guardia de seguridad con guardaespaldas, o con los encargados de el traslado de valores en camiones blindados. Hablamos de porteros con uniforme pseudo policial, que se encargan de hacer firmar libros de entrada y salida y de que haya "alguien" en cualquier momento del día en el lugar donde se desempeñan.


Los guardias de seguridad están en todos lados, y las personas definitivamente se ven afectadas por este tipo de trabajo. Hay que tener una salud mental muy fuerte para no caer en el error de: creerse "parte de la empresa" a la que se trabaja ya este servicio en su mayoría está en manos de terceros, creerse "policía" encargado de custodiar el lugar y sobre todo NO ENGORDAR.


Básicamente, un guardia de seguridad es un portero con un radio. Le moleste a quién le moleste, pero esa es la triste realidad. Y como dije, hay ciertos errores que se comenten por parte de estos singulares personajes que quiero  pasar a describir.


Creerse parte de la empresa: El guardia de seguridad de un banco por ejemplo. Cae en el error de ser el nabo que les hace el laburo a los "asesores" bancarios, con la triste y lejana esperanza de que alguna vez directivos de la entidad paren y digan "Cómo sabe este muchacho de  procesos bancarios! No sé por qué perdemos tanto tiempo capacitando gente, cuando un tipo tan calificado como él nos vendría al pelo en nuestras filas. Mandalo YA a hacerse el preocupacional, por favor!" Error. Eso no pasa. Incluso, las empresas de seguridad firman una especie de convenio en donde sus clientes no pueden contratar al personal que hace guardia en sus instalaciones hasta un cierto período de tiempo de la baja de este mismo. Nunca un guardia de seguridad, por más bien asesorado que esté en procesos bancarios, va a ser parte de un banco. Acepenlo desde ahora. 


Creerse Policía del lugar: Hay policías que hacen adicionales como guardias de seguridad, eso es cierto. Hay guardias cómo los que trasportan valores en trasportes blindados que usan chaleco anti balas, y portan armas. Pero en su mayoría, el guardia de seguridad, la única arma que sabe usar es el teléfono para llamar a policías de verdad, y no está en nada preparado ni es apto para detener o "encarcelar" a alguien. Te pueden amedrentar? Si obvio, pero hablamos de personas que terminan creyéndose el Robocop del lugar donde trabajan. Te enfrentan, te verduguean, y buscan que vos, insípido civil, cumplas a rajatabla los mantamientos del correcto comportamiento del lugar. Son capaces hasta de taclearte si piensan que te están robando algo, ponerte las manos atrás y cuando están encima tuyo y "te detuvieron" sacan su radio comunicador y dicen "LO TENGO". Los más osados hasta tienen cachiporras y esposas. Pavadas!  Si un verdadero ladrón quiere robar el lugar, un guardia de seguridad poco va a poder hacer para detenerlo. 


Engordar: Como dije, trabajar de guardia de seguridad fue para mi el PEOR trabajo que pude haber tenido (Lo aguanté dos semanas) pero lo peor de ese trabajo, es el sedentarismo continuo y la gran cantidad de ingesta de comida poco saludable que continuamente se realizan en esos trabajos. Por qué? Porque estás en la PORTERÍA, esperando que la gente entre, preguntando por alguien, a quien vas a tener que llamar, completando un libro, recibiendo cartas, fin del asunto. No haces NADA más. Y eso, si te toca un lugar grande y de turno mañana. Qué haces entonces para matar el tiempo? Leer un libro? No. COMER. Siempre hay galletitas, tortafritas, pastafrola, budines, facturas, chipá, bizcochitos, y toda la variedad de panificados que puedas encontrar en una panadería industrial. Sumado al sedentarismo que produce (Convengamos que hacer una "ronda" no es hacer ejercicio) y a  los turnos de 12 horas, que no te da tiempo para salir a correr o ir al gimnasio. Concluyendo obviamente, en la suba de peso, y en el cambio continuo de uniformes por talles cada vez más grandes.


Definitivamente, ser guardia de seguridad es HORRIBLE. Sos un portero de un lugar con un uniforme más atractivo pero con menos responsabilidades y más horas de trabajo. Convengamos que un portero, tiene las llaves del lugar, el guardia no.

martes, 7 de febrero de 2012

Presunsores

Hay  seres detestables en todo el mundo. Los hay de diversas formas, y según nuestros gustos y conductas, vamos a detectar mayor o menor cantidad de seres molestos. Pero sobre todo personas. Molesto puede ser un perro, por ejemplo, esos caniches chiquitos y feos que no saben más que ladrar de modo estridente. Pero más molesto que ese perro es su dueña, ella, que no lo calla, no lo saca y le habla como si fuera un bebito medio lelo.

Las personas pueden ser realmente molestas. Pero hay un grupo en especial: Los presunsores. Ellos son como gurúes de la vida, viven de supuestos y prevén absolutamente todas las situaciones. Ellos se creen analíticos, profundos, adelantados, pero la verdad es que son unos verdaderos papanatas con la boca grande.

Los presunsores son tipos cancheros, agrandados, que hablan fuerte y señalan obviedades. Este tipo de personas nunca está a la moda, siempre se viste raro, pero no le importa a ellos “los mercados no los pueden” o “están un paso addelante de la moda”. Siempre están preparados presuponiendo cosas, desarrollando posibles desenlaces ante cualquier situación. Si consiguen un laburo nuevo, presumen cuanto pueden llegar a cobrar, cuentas las horas extra (incluso sin saber a cuánto le pagan cada hora extra) y hacer cuentas, sumar, restar, dividir y ver si les alcanza para pagar las vacas en Bialet Massé en el verano del 2015.

Estos tipos presumen además de las actitudes de los otros. Ellos son expertos en analizar psicológicamente las actitudes, detectan tus actos fallidos y los analizan buscando posibles explicaciones. Obviamente, ninguno de estos tarambanos, en su mayoría, terminó el secundario. Mucho menos esperen que sean potenciales psicólogos.

Si tenés la fatídica idea de ir un día al cine la mala suerte de  sentarte justo al lado de una de estas personas, durante toda la película vas a escuchar frases que empiezan con “te apuesto” y terminan con “qué te dije!?”. Aman señalar obviedades! Ellos podrían ser los mejores guionistas y nadie entiende como Geroge Lucas no los vino a buscar así nos dejan de romper las pelotas.

Cuando conoces a uno por primera vez lo que hace es relojearte de arriba abajo, cual “Exterminator”, para escanear cada detalle de tu vida. Te califican: Emo, Fiestero, Bala, Normal. Analizan las posibles motivaciones que puedas llegar a tener para vestirte de esa manera y “deducen” cómo deberían tratarte. Entonces si, según su análisis el resultado fue: Infantil, ellos te van a empezar a hablar como nene de 5 años. Si en cambio terminan presumiendo que sos un Emo, te van a escuchar, poner cara de “te entiendo”, y te van a pasar su número de tu terapeuta despidiéndose con un fuerte abrazo y diciéndote lo hermosa que es la vida.
   
Ellos creen que todo listo, el sartén por el mango, la vida comprada, y que nada los va a sorprender. Agradecidamente, las cosas la mayor parte de las veces les sale como el orto, pero ellos nunca se dan por aludidos. 

martes, 24 de enero de 2012

Conjuntivitis.

Estar enfermo es horrible. Un asco. Pero peor que estar enfermo, es enfermarte de esas enfermedades berretas de las que no se muere nadie y que te agarran espontáneamente como quien se tropieza por la calle y termina con un esguince en el tobillo. Si, no jodan, hay enfermedades pedorras que solo están para romperte las pelotas. Un resfrío, paperas, llagas o aftas en la boca, diarrea, varicela, conjuntivitis, etc.

Lo peor es que siempre tenés un grupo de gente que se encargó de grabar religiosamente cada capitulo de “La Salud de nuestros hijos” en VHS y recordar los síntomas que nuestro querido Doctor Socolinsky, que en paz descanse, nos daba para saber si el nene tenía anginas, o solo era una  irritación por haber gritado como loco en la cancha. Gente que luego es adicta a Dr. House y cuando le tiras dos o tres síntomas ya te dan un presunto diagnostico de lo que podés llegar a tener.

Igual, siempre estar enfermo puede ser peor, porque podes llegar a necesitar ir a esos antros de la salud que llaman HOSPIT*LES (La sola palabra me causa nauseas) en donde haces una fila de una hora, en el mejor de los casos, en un lugar horrendo que se cae a pedazos, con agujeros en la mampostería que da la impresión que una rata se te cae en la cabeza en cualquier momento. Ni hablar si tenés “la suerte” de que justo sea la hora de darle la comida a los internados. Alguien de verdad piensa que esas ollas de leche caliente subvencionada son saludables?! Dios.  Para qué? solo para que te digan que el tarambano que jugaba a hacer un remake de “La Salud de nuestros hijos” tenía razón.

Además que, como son esas enfermedades berretas super contagiosas, nadie  se te quiere acercar, no te quieren mirar, y evitan usar las cosas que vos usaste, con el plus de que todo el mundo sabe cómo tratarlas. Ponete un Té en el ojo, pasate suave un pan de manteca, ponete hielo, tomá te con miel y limón, pasate suave una virulana por el cayo. TODOS, todos saben remedios casaron. Qué veían? La botica de la abuela!? Y después se jactan de sabiondos.

Enfermedades berretas que no te dejan hacer nada, pero que no te sentís mal como para no hacerlo. Para estar enfermo de verdad hay que tener algo que no te deje mover ni pensar. Conjuntivitis chicos no es una enfermedad, es un rompe pelotas en forma de bacteria. Eso es. Esta enfermedad es la reina del carnaval de las enfermedades inservibles. No sirve para nada, no es que tenés conjuntivitis una vez y no la tenés más como la varicela o la hepatitis. No es que te hace auto inmune a otra conjuntivitis. NO. Viene, te pone un ojo en compota, te deja en casa sin hacer nada, y se vá. No sirve, no ayuda, no te hace adelgazar, ni crecer, ni nada.

Tener diarrea es feo igual. Pero con la diarrea al menos podés justificar una actitud de incomodidad y el hecho de no salir de tu casa. Con la conjuntivitis no.
Si, tengo conjuntivitis. Ay, no es tan grave! No? Ojalá te agarre. 

martes, 3 de enero de 2012

Clientes

Los clientes son definitivamente una raza aparte. Todos los que alguna vez trabajamos atendiendo personas aprendimos que no son todos iguales, que todos tienen sus mañanas y pocos son los que no generan molestias.

En mayor o menos medida podemos dividir ciertos grupos de clientes, generalidades comunes a la hora de ver alguien entrar por la puerta, sentarse en nuestro escritorio, asomarse al mostrador, o ponerse en la fila de nuestra caja. Quienes son y cómo tratarlos, todo acá para ustedes.

El cliente Todo lo sé

Nada peor que ser cajera de supermercado, y que justo en tu peor día llegue por tu línea de cajas  una ex cajera, una supervisora de otra sucursal, o similares. Esos clientes que siempre saben lo que vos tenés que hacer y que seguramente ellos lo harían más rápido. Los que te recuerdan los códigos de los productos, los que te dicen cómo embolsar las cosas, los que te tiran un dato que tenés que saber sobre tal o cual supervisor, etc. Si son piolas, que es una variante poco común no hay ningún problema, pero lamentablemente la mayoría está enojado, según ellos siempre sos lento, y nunca te acordás de nada. Si sos empleado de banco, ellos siempre te van a sugerí r que cuentes la plata de tal o cual forma “porque ellos lo hacían así y despachaban al cliente más rápido”. Te recuerdan por qué parte del sistema tenés que hacer la consulta “A ver, abrí la ventana, no esa no, con F8, qué? No conocías ese acceso? Apretá F8, DE NUEVO, Ahí, ves? Bueno, colocá el dni..” Son los que están al día con las novedades y te las recuerdan “Porque viste que antes era por el DNI, pero ahora tenés directamente con la tarjeta magnética tenés todo”

El cliente que todo lo sabe es un verdadero desquiciado que no sabe dejar atrás el pasado, y que disfruta con hacerte pasar calor en la línea de cajas frente a tus supervisores.  Recomiendo: Sonrisa y aceptación. Después un muñeco vudú suele ser una buena forma de des estresarse.

El cliente que nunca entiende.

En la vereda de en frente al cliente que todo lo sabe, tenemos al querido cliente que nunca entiende. Ese que siempre le tenés que recordar que la verdura se la pesan en verdulería, el que tenés que recordarle como dar de alta la clave del home banking, al que SIEMPE PEOR SIEMPRE le tenés que recordar que solo con el DNI puede retirar el dinero. No hay nada peor que un cliente que por más que se lo  hayas explicado tal maestra jardinera a un nene que recién está aprendiendo a dibujar, por más que le hiciste un croquis, por más que le cargaste en su notebook con accesos directos las páginas en las cuales tenía que entrar siempre que viene por tu ventanilla es exactamente para la hacerte la misma consulta. No hay forma de que esta persona aprenda ni entienda el mecanismo de trabajo de la entidad.  Pero no solo esto es malo, por lo general, esta gente siempre es buena, amable, tranquila, serena. Nunca vas a poder justificar una mala reacción frente a ellos porque siempre son buenos por más que nunca entiendan UN POMO lo que les digas.
Qué hacer con estos clientes? Simplemente cierre la caja, salga para el baño, tire algo del escritorio y NO SE LEVANTE hasta que vea que alguien más los atendió. Sino, arriésguese a ser enjuiciado por asesinato premeditado sin móvil reconocible por el código penal.

El cliente ENOJADO

No importa si usted le brinda una solución, siempre que este personaje aparece termina pidiendo el libro de quejas, llamando al gerente/supervisor o tuitteando a más no poder sobre lo mal que lo atendieron, lo mucho que tardaron, o si la corbata del tipo que lo atendió estaba bien puesta o si parecía que salía de una joda. Vos podés darle todas las respuestas, sonriendo en cada una de ellas e incluso les ofreces regalos como biromes, descuentos, imanes, PEN DRIVES! Nada deja conforme a este tipo que parece estar empecinado en hacerte quedar mal. Siempre serio, con voz firme, nunca titubeante, el tipo parece saber que siempre hay algo que vos no sabes, y que nunca es suficiente lo que vos le digas. Es el mismo que por más que vos le jures que no tenés una moneda de 1 centavo van a hacerte un desplante MONUMENTAL acusándote de ladrón, de ventajista, defraudador de la confianza del cliente hacia el comercio.
Qué hacer en caso de que se presente? Simplemente sonría y espere tranquilo. La muerte nos llega a todos y de las formas más diversas. Trate de que no lo descubran.

El cliente que te ignora.

No es tan complicado, suele ser el que viene hablando por celular y no te saluda, te pregunta dos veces las cosas, no te mira, no te responde. El que saca los papeles y te señala lo que necesita mientras intentar atenderlo como corresponde y él sigue revisando las notificaciones de su Facebook en su Iphone . No te escucha, no sabe qué es lo que le explicaste, entra y sale apurado como si fuera  4 del mes y el lugar estuviera lleno murmurando cosas como “si, venir al banco es un dolor, pero bueno..” o “siempre me toca esta cajera que parece que nunca aprende, en fin …” por más que hayas hecho el trámite más rápido de tu carrera y con el lugar VACIO.

Cómo tratar a estos clientes? Aproveche, cóbrese un cheque, adósele una deuda, no le de las monedas, incluya en su compra los sanguches que tenía para su almuerzo. El nunca, pero nunca lo notará.

Estas son algunas generalidades de clientes que pueden presentarse a su trabajo. Tome en cuenta las recomendaciones, y busque siempre tratar de no dejar huellas dactilares en la escena del crimen.