lunes, 27 de junio de 2011

arranca la semana.

Bienvenidos una vez más! hoy es lunes, ya en su última hora, pero podemos decir de manera cierta que la semana comenzó. Pasaron muchas cosas, y pasan por mi cabeza para ser recién el primer día de la semana. Hay muchos temas, muchas cosas de las que quiero hablar, seguramente una sola entrada no va a servir para poder decir TODO lo que tengo en la cabeza, pero la menos lo vamos a intentar.


Hay una cosa que me da vueltas en la cabeza, y tiene que ver con los derechos, los valores y la responsabilidad. Y no quiero ser arbitrario para hablar sobre el tema, hay muchas cosas que me llevaron a pensar hoy en estos temas. Desde el vamos, por experiencia propia, aprendí a no inquietarme frente a lo que se presente en el día, al menos en el trabajo. Estamos en un mundo donde vivimos indispensablemente inter relacionados los unos con los otros. Ninguna de nuestras decisiones nos afectan a nosotros mismos, todas en mayor o menor medida, llegan a afectar al menos a una persona. Puede ser, suelo pensar y luego darme cuenta que nadie puede trabajar de la forma que yo lo hago, ni yo trabajo al nivel que el otro lo hace; seguramente a más de una persona dejo disconforme con mi trabajo como igual me puedo sentir con "gusto a poco" con lo que hacen los demás. Ahora, donde está el punto de inflexión de este tema? donde está el "común denominador" para hablar sobre responsabilidades? 


Estaba viendo un informe en Crónica sobre las usurpaciones, al estilo de Crónica, imagínense que no pude mantener el mismo canal por más de 20 minutos sin decir "basta". Las usurpaciones, un tema que definitivamente genera muchísima tensión. En todos los ámbitos, en todas las esferas sociales, son un tema que tiene demasiados aspectos para analizar, pensar y repensar, pero que finalmente se dice, se habla, se intenta, pero la cosa no cambia. En nuestro país se sigue creyendo que el estado tiene la obligación de darnos lo que no supimos conseguir por nuestros propios medios. En nuestro país, nuestros hijos crecen viendo esta forma de conseguir las cosas, el estado permitiendo que se siga repitiendo la historia en cada uno de los rincones de la Argentina. Aún no hay una búsqueda de una solución concreta, que obviamente no es sencilla, ni pretendo resolverla en un simple Blog. 


Hay si creo un principio, una cuestión con la que voy a intentar hilvanar ambas cosas, y es el valor del respeto. El respeto a lo propio, y el respeto al de los demás. Vivimos pendientes de lo que el otro hace o deja de hacer, pero no para valorar o respetar lo que hace el de al lado, es porque verdaderamente queremos que se nos de un trato igual sin poner el ojo en el detalle del esfuerzo que hacen algunas personas por conseguir lo que quieren. Vivimos reclamando aumentos, vivimos reclamando cosas que, siendo sinceros, no las merecemos. Gente, hay una manera más noble de obtener lo que esperamos, se llama esfuerzo. Representa el valor propio, el amor por uno mismo y el creer que podemos conseguir las cosas si le ponemos la fuerza y la fe suficiente. No tener trabajo, o no tener EL trabajo, o EL sueldo; no tener un hogar digno, sufrir, son cuestiones pasajeras, circunstancias. El hombre en si tiene esa capacidad natural de poder superar cada una de ellas. En nuestro país lamentablemente, no enseñamos que todo es posible, en nuestro país dejamos de lado los valores, el valor propio y el respeto mutuo. 


Hoy me vine reflexivo, sinceramente fue molesto ver lo que vi en Tv, y poder terminar de analizar las cosas que pasaron en el día. No se acostumbren, no creo que pase muy seguido, o tal ves sí. Pero hoy, arrancamos la semana pensando, como podemos hacer que el valor del respeto, del trabajo, del esfuerzo vuelva a ser moneda corriente en nuestras calles. Para pensar, y para actuar, obviamente. Buena semana, gracias por el tiempo.

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